Acuariofilia básica 2: el filtro

El filtro es (y creo que no estoy exagerando) el elemento más importante de un acuario. Un buen filtro va a ahorraros multitud de problemas. Desde aparición de algas, a aparición de enfermedades, aumento de la transparencia del agua, aumento de la oxigenación del agua, etc. 

El filtro tiene dos mecanismos para mantener limpia el agua de nuestro acuario:

1. Mecanismo físico: lo realiza mediante elementos como las esponjas o el perlón, y se basa en la retención de partículas sólidas en el agua. Además, no hay que olvidar el movimiento del agua que provoca el filtro, con lo que se oxigena el agua, siendo también esto un mecanismo físico.

2. Mecanismo biológico-químico: esto lo realizan las bacterias nitrificantes que habitan en el filtro. Para albergar esta población bacteriana beneficiosa los filtros cuentan con bolas de cerámica, esponjas, etc. sobre los que se asientan estas bacterias. Si quieres saber algo más acerca de la importancia de los nitratos y nitritos en tu acuario te recomiendo ésta  entrada y ésta otra. 

Tipos de filtros

1. De esponja: son los más básicos. Se sitúan en el interior del acuario y son accionados mediante una bomba de aire en el exterior del acuario. Muy útiles cuando se quiere realizar el filtrado de varios acuarios pequeños accionando únicamente una bomba de aire que crea el vacío necesario en todos. Esta esponja

 actúa como filtro biológico y físico a la vez. 

     

Esquema del funcionamiento de los filtros de esponja. 

Filtro de esponja

Ejemplo de aireador, o bomba de aire, necesaria para poner en funcionamiento un filtro de esponja. En este caso, si te fijas, solo tiene una salida. 

2. Interiores: son filtros muy simples que se sitúan en el interior del acuario. Un motor bombea el agua de dentro afuera. Normalmente tienen pocos elementos de filtración biológica y mayor superficie de esponja, aunque como ya he mencionado antes la esponja también sirve para asentar la colonia bacteriana. Yo los recomiendo para acuarios de pequeño tamaño, siempre y cuando no generen una corriente excesiva. 

Ejemplos de filtros interiores. Existen diferentes modelos según el tamaño de acuario que deseemos filtrar. 

3. De cascada: son parecidos a los filtros interiores en cuanto a equipamiento, con la salvedad de que los filtros de cascada se colocan fuera del acuario, colgados de la pared del mismo cristal. Sacan el agua fuera del acuario y tras filtrarla, ésta vuelve al acuario en forma de cascada. Yo personalmente tengo mala experiencia con este tipo de filtros, ya que, por lo menos en mi caso, pierden caudal de agua bastante rápido y hay que estar muy atento con las limpiezas pues los motores se estropean rápido.

Ejemplo de filtro de cascada.

Filtro de cascada en funcionamiento.

4. Exteriores: son acuarios que se componen de un gran volumen filtrante. Normalmente poseen 3 componentes: perlón, esponja y canutillos de cerámica. La ventaja con respecto a los anteriores es que requieren de una limpieza menor al disponer mayor volumen filtrante. Además poseen una capacidad de filtración mucho mayor y normalmente se estropean menos. Como principales inconvenientes: opino que no son recomendables en acuarios de menos de 60 litros, ya que el caudal suele ser bastante grande, y el coste económico suele ser mucho mayor. Yo te recomiendo estos filtros si tu acuario supera los 60 litros, pues la filtración es muchísimo mejor y vas a rentabilizar el dinero que te gastes. 

5. De fondo: el filtro de fondo se basa en una filtración sobre todo biológica, aunque también es física. Consiste en un bombeo de agua que aspira desde el fondo del acuario, es decir, desde el sustrato. Así utiliza todo el sustrato del acuario a modo de material filtrante. Nunca he probado este tipo de filtrado, pero sé que para grandes acuarios se recomienda equipar a tu acuario, además de con un filtro exterior, con un filtro de fondo, potenciando la filtración biológica. Como conclusión: te lo recomiendo como complemento de un filtro externo, pero no como filtración única. 

Aquí te muestro una mezcla de diferentes métodos de filtrado en un acuario de 1000 litros. Como puedes observar el sistema se basa en una mezcla de filtro externo y filtro de fondo. 

¿Qué filtro necesito?

Depende de las especies que mantengas y del volumen total de tu acuario. Por ejemplo, en los acuarios de alevines y en los gambarios se recomiendan los filtros de esponja o interiores, debido a que tienen un menor caudal y además menos posibilidades de aspirar a las zoeas (crías de las gambas) y los alevines. 

En el resto de casos, y como ya he mencionado, si tienes un volumen mínimo de 60 litros, te recomiendo que utilices un filtro exterior. 

En cuanto a la potencia del mismo, a la hora de elegirlo tienes que tener en cuenta que la filtración recomendada en la mayoría de los casos es de dos o tres veces el volumen total del acuario por hora. Es decir, si tu acuario tiene 100 litros, tu filtro debería mover 200 o 300 litros/hora. Hay excepciones, en el caso de los cíclidos suelen necesitar una mayor filtración. 

Mantenimiento del filtro: limpieza

Cuanto mayor volumen filtrante y capacidad tenga el filtro menor mantenimiento va a necesitar. Yo te recomiendo que realices la limpieza del filtro en cuanto se reduzca el caudal del filtro. En cuanto a cómo limpiarlo, siempre con agua del propio acuario. Si la limpias con agua directamente del grifo corres el riesgo de cargarte la colonia bacteriana. Esto puede deberse al cambio de temperatura brusco y al cloro. 

Debes mantener limpio tanto los materiales filtrantes como el filtro y la bomba en sí, pues corres el riesgo de que se estropeen los mecanismos del filtro. 

Espero no haber sido muy pesado con este post ya que es un poco largo, pero quería dejar el tema de los filtros todo lo claro posible. Si tienes alguna duda ya sabes que puedes dejar un comentario, o bien preguntármelo directamente por twitter. 

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